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Ácidos grasos Omega3 y Omega6

¿Dónde podemos obtener estos nutrientes esenciales?
Afortunadamente, existen varios alimentos que contienen buenos porcentajes de omega3 y omega6. Por ejemplo, entre los omega6 se encuentran las legumbres, los frutos secos y algunos aceites de semillas. En cuanto a los omega3 tenemos el pescado (especialmente los de los mares del norte), la linaza y el aceite. Desafortunadamente, nuestro cuerpo no siempre es completamente capaz de sintetizar los nutrientes derivados de omega3 y omega6, esto sucede principalmente con la edad, donde las funciones del cuerpo tienden a declinar en todos los frentes. También se debe considerar que omega3 y omega6 que utilizan los mismos recursos metabólicos tienden a competir entre sí y, por lo tanto, es una buena práctica equilibrar la relación entre omega6 y omega3 en 6:1, una relación que en cambio está desequilibrada en 10:1 en países occidentales como el nuestro. Por lo tanto, es necesario tener una dieta equilibrada que tienda a llevar esta relación a los valores que acabamos de mencionar. Por ejemplo, se podría variar la dieta introduciendo una mayor ingesta de pescado, posiblemente azul o de los mares del norte.Pero si son tan importantes, ¿para qué sirven específicamente?
Como habrás adivinado, estos nutrientes juegan un papel esencial en nuestro organismo y por tanto podemos esperar un papel fundamental como es la prevención y tratamiento de enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes tipo 2 y trastornos/trastornos inflamatorios y/o inmunológicos. Además, una ingesta deficiente de estas sustancias puede provocar piel seca, cabello seco, astenia y déficit del sistema inmunitario.¿Cuáles son las funciones de los omega-6 y omega-3?
Los ácidos grasos omega-6 ayudan a reducir el colesterol en la sangre al reducir el nivel de LDL o colesterol "malo". sin embargo, hay que decir que este beneficio se reduce en parte por el hecho de que la misma acción también se lleva a cabo contra el colesterol bueno (HDL). En cambio, los ácidos grasos omega-3 actúan sobre los valores de triglicéridos reduciendo los niveles e interfiriendo en el proceso de incorporación hepática a las lipoproteínas (VLDL). Por ello, los ácidos grasos omega-3 tienen una importante acción antitrombótica y por tanto una reducción de las patologías y complicaciones cardiovasculares. En concreto, los Omega 3 consiguen que las grasas no se acumulen en la sangre y por tanto en las paredes arteriales, bloqueando el flujo sanguíneo y endureciendo los vasos sanguíneos. De esta forma la sangre que se ha hecho más fluida circula libremente disminuyendo el esfuerzo del corazón lo que inevitablemente conduciría a arteriosclerosis, trombosis, hipertensión y enfermedades de tipo coronario. Además, un aspecto que no debe subestimarse, los omega3 reducen las reacciones inflamatorias, la artritis reumatoide, benefician las células de la piel incluso en el caso de la psoriasis y otras patologías de la piel, promueven el bienestar y la funcionalidad del sistema inmunológico y del sistema nervioso central y la mayoría y lo que es más importante, son anticancerígenos. Esto explica cómo es posible que los especialistas y médicos del sector recalquen siempre en los medios de comunicación, diarios y canales temáticos a diario la importancia de tomar alimentos que contengan omega3 y omega6 como el pescado, la linaza, las nueces, etc.En este sentido, informamos la lista de algunos alimentos que contienen estos elementos:
